viernes, 27 de abril de 2012

No es tan difícil vencer a Spiderman

Tarde del jueves. Los chicos y chicas entran en el aula del segundo piso y empiezan a sentarse en los taburetes. Yo les advierto que deben ir sacando los materiales para empezar cuanto antes los ejercicios. Empieza la pelea con aquellos que con inocencia creen que me van a engañar diciéndome que "la profe no me ha mandado ejercicios". Les reviso la agenda y en efecto, una batería de ejercicios por hacer. Les aconsejo que comiencen cuanto antes para poder ayudarles en el mayor número posible.
Un de mis alumnos me enseña la libreta con todos los ejercicios terminados -entonces ponte a leer el tema de lengua para mañana- le digo mientras me voy al otro lado de la mesa para aplacar las dudas de una alumna que me llama como si estuviera sola en el aula (a gritos).
De vuelta con mi alumno sin deberes le sorprendo jugando con un mazo de cartas de personajes de comic de la editorial Marvel: Iron Man, Lobezno, Spiderman, etc. Él se ha dado cuenta que le he sorprendido con ellas y las guarda con miedo a perderlas, como tal vez le haya pasado esta misma mañana con su profesora. Le digo que me las entregue y a regañadientes me da su "pequeño tesoro" oculto en el bolsillo del pantalón.
Una a una voy nombrándolas y cuando he leído cuatro le propongo una actividad un poco más lúdica que leer lengua -baraja el mazo de cartas y saca tres personajes. Después, con estos tres personajes me tienes que crear una historia- el chico está a punto de darle un infarto ante la sorpresa -¡la historia que yo quiera!- me responde con cara de asombro -si, pero ha de ocupar más de media hoja- le anoto.
Empieza a barajar y en su tirada aparecen Thor, Spiderman y Tormenta (varios personajes de la Marvel Comics). El chico todo ilusionado empieza a mirar estas tres cartas y se pone a escribir como un loco.
A mi mismo me sorprende cuando a los diez minutos ha acabado y desea continuar con el "juego". Le animo a volver a barajar y vuelve a sacar otros tres personajes, futuros protagonistas de su segunda historia. Y así hasta cuatro redacciones de media hoja cada una.
No podemos ser condescendientes con los caprichos de los alumnos, pero en vez de eliminar aquello que les puede distraer, podemos transformarlo en un elemento educativo más. Aquella tarde Spiderman mordió el polvo.