jueves, 21 de noviembre de 2013

Ética, filosofía y videojuegos.

La filosofía siempre ha tratado los grandes temas que identifican al pensamiento humano: el amor, el ser, el mal, la justicia, la política, la libertad, etc. Estos temas universales han sido desarrollados en videojuegos que poseen cierta trama argumental, dándonos al docente la oportunidad de utilizarlos como material didáctico.
No es cuestión de jugar y analizar que decisiones toman los personajes, sino de preguntarse el porque de la idiosincrasia del propio personaje, de sus actos o incluso de sus propios valores morales.
He escogido 3 videojuegos para comenzar tres debates diferentes en torno a la ética y la filosofía que rodean a sus protagonistas.

El primero que deja evidente una discusión sobre el uso de la violencia como medio para conseguir unas metas concretas es el Grand Theft Auto V, de la compañía Rockstar Games. Es un videojuego clasificado para mayores de 18 años pero no impide discutir sobre la ética de los protagonistas, la mayoría con un pasado violento, que mantienen las mismas conductas en su presente.
La violencia no es gratuita en el juego, es un medio que poseen los personajes para conseguir su fin. Podrían los creadores haber incluido otras vías para llegar a esos fines pero perderían la esencia del personaje que no es capaz hacerlo de otra manera.
Pero, ¿realmente la violencia marca al individuo de por vida?. ¿Un pasado violento es suficiente para mantener el mismo patrón?. En definitiva, una de las máximas en filosofía se plantea en este videojuego: el individuo, ¿es o debe ser?. Un individuo es lo que las circunstancias (externa e internas) le marcan o a pesar de ello, tiene la posibilidad de “deber ser”, de ser otro. Entonces, los personajes de GTAV ¿son o pueden no ser?.

Otro de los videojuegos que sorprende por sus implicaciones éticas y filosóficas es la trilogía Mass Effect de Bioware. Ya en sí, el videojuego está planteado para llevar dos líneas de moral diferentes: hacer las cosas de forma correcta o de forma incorrecta. Todos tus actos tienen sus consecuencias en la trama principal de la historia, con lo que todos tus actos ganan importancia. Aunque el final es el mismo, siempre el personaje “salva a la galaxia”. Este es uno de los dilemas éticos que se plantean en juegos de este tipo: ¿el fin justifica los medios?. ¿Saber que tu meta es altruista o que incluso tienes un rol importante en la comunidad te capacita para hacer lo que quieras?. Y si es así, si tu deber es llegar a una meta válida o acorde con lo predispuesto por la sociedad, ¿está capacitado el individuo para abandonar el viaje y no llegar a esa meta?. En realidad la pregunta es simple pero poderosa: ¿poseemos libre albedrío?.
Aunque uno de los temas más innovadores de la saga es el amor entre humanos e inteligencias artificiales. Es un buen ejemplo para plantear dudas sobre el significado del amor, el concepto en sí y si es válido desde el punto de vista humano. ¿Entendemos qué es el amor o lo simulamos?.

Para terminar es importante introducir una idea que siempre ha fascinado y enfrentado a los hombres: la idea de justicia. No existe justicia cuando te arrebatan lo que más quieres, o eso debe pensar el personaje del videojuego Dishonored, Corvo. La trama situa al personaje en una continua huida tras ser acusado injustamente de asesinato. Como es habitual, el personaje se vengará de aquellos que le inculparon. Y aquí surge el primer dilema moral: ¿es justa la venganza?. Podemos observar que quién imparte justicia son aquellos que la rompieron. ¿Son estas suficientes razones para romper con el sistema de valores y leyes que antes defendía?. Siempre hemos hablado libremente de que es justo o injusto sin preguntarnos si la idea de justicia es en si correcta. Según el derecho, las leyes forman la justicia (además de jueces, abogados, etc) por lo que deberíamos confiar en ella, pero que fue antes, o dicho de otra forma, ¿la justicia surgió de la injusticia?.

Como podemos ver, los videojuegos y sus tramas pueden ofrecer un material interesante para discutir de temas éticos y filosóficos ya que los alumnos se introducen en estas historias y pueden aportar otros puntos de vista más personales.